El día tres de febrero, tras las nevadas del fin de semana anterior, me calcé los "pinchos" y dejé mi huella en la cima de la Sagra. (que por cierto duraría poco porque el huracán que soplaba en la cumbre pugnaba por arrastrar incluso el monolito de hormigón del vértice geodésico)
Vista general del "embudo"
Desde la piedra de los Caramelicos
Bajada por el Collado de las Víboras
Una grata experiencia, y a pesar que no puedo decir literalmente que subí sólo, ya que ese día aquello parecía una romería, desde aquí os emplazo para una nueva subida y así tener con quien comentar las anécdotas del día con una cerveza refresco fresquita en la mano.
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